Fertirrigación

La fertirrigación es la aplicación de forma simultánea, controlada y localizada del agua y los fertilizantes a través del sistema de riego. El objetivo de la fertirrigación es mantener la disponibilidad de agua y nutrientes a un nivel óptimo para obtener el máximo rendimiento bajo las condiciones ambientales disponibles.

La base del sistema autónomo de fertirrigación es su inyector, basado en el “efecto venturi”. El bajo coste unitario de estos inyectores, unido a la facilidad para instalarlos en paralelo, determinan el uso de los sistemas multiinyección como la mejor opción para el aporte de los fertilizantes.

Este sistema de fertirrigación se adapta a las necesidades de cada proyecto. Permite la selección de los niveles de inyección demandados por el sistema independientemente del caudal y presión existentes, facilitando la dosificación de nutrientes, la instalación y el mantenimiento.

Ventajas de los inyectores:

  • Resistencia a productos químicos.
  • No requiere fuente específica de energía.
  • No son necesarios elementos auxiliares de protección.
  • Posibilita la utilización de depósitos abiertos y de tamaño adecuado.
  • Incorporación de varios fertilizantes de forma simultánea.
  • Fácil automatización.

Ventajas de los sistemas autónomos de fertirrigación:

  • La aplicación de los fertilizantes de forma fraccionada y simultánea supone:
    • Que no sea necesaria la preparación de una solución madre.
– Cubrir necesidades en tiempo real.
    • Aporte simultáneo de fertilizantes incompatibles entre sí.
  • El sistema incorpora elementos que aportan autonomía, versatilidad y control al proceso.
  • Aumenta la eficacia de aplicación de fertilizantes. Aumenta la rentabilidad.
  • Total integración del resto de elementos de la instalación: bombas, sectores.
  • Trazabilidad gracias a su capacidad de almacenamiento de información.
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